Si se van a emplear como ingrediente de algún plato, después de pelarlos conviene eliminar el hilo negro – tubo digestivo – que recorre el lomo, ya que amarga y puede estropear el sabor del plato.
En frío y cocidos pueden formar parte de ensaladas variadas, aperitivos, salpicón de marisco, rellenos de ensaladilla, etc.
En caliente, se pueden consumir a la plancha con limón, también cocidos, fritos al ajillo, en resueltos y tortillas, en arroces, pastas y legumbres, como acompañamiento de pescados en salsa, etc.
Por otro lado y ya que forman parte de la misma familia que los langostinos y las gambas, vamos a hablar de las cigalas. Si quieres que este marisco forme parte de tu menú debes de tener en cuenta lo siguiente: Nunca se deben de congelar. Y ¿por qué?, te preguntarás. Pues porque al congelarlas pierden todo su aroma, absorben olores, y su carne, que es muy frágil, se vuelve algodonosa. Ya lo sabes, se trata de un producto para comprar y cocinar en poco tiempo.
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